miércoles, 21 de noviembre de 2012





Es extremadamente difícil obtener una fotografía directa de un planeta extrasolar en órbita de una estrella, ya que el planeta es siempre un cuerpo oscuro en comparación con el astro que orbita, cuyo brillo satura la imagen. Es como fotografiar una vela encendida junto a un potente faro. Un equipo internacional de astrónomos lo ha logrado con un superjúpiter descubierto por ellos, que tiene una masa estimada de 13 veces la del gigante gaseoso del Sistema Solar y gira alrededor de su estrella a una distancia de 1,8 veces la órbita de Saturno alrededor del Sol.


La estrella en cuestión es Kappa Andromedae, con una masa 2,5 veces la solar y situada a una distancia de 170 años luz de la Tierra. Se trata de un astro reciente, en términos astronómicos, de solo unos 30 millones de años, mientras que el Sol tiene ya 5.000 millones. “Los sistemas estelares jóvenes son objetivos atractivos para fotografiar planetas a su alrededor”, explican los investigadores, “porque serán cuerpos también jóvenes que retienen calor de su proceso de formación y, por tanto, brillan más en infrarrojo que los viejos”.

Para hacer la foto, los científicos han hecho las observaciones en infrarrojo y utilizando una técnica compleja que se basa en combinar series de imágenes y restar el brillo de la estrella para poder distinguir así el apagado planeta. Han utilizado el avanzado sistema de óptica adaptativa del Subaru, con el que se contrarresta el efecto de la atmósfera en las imágenes que se toman con los telescopios situados en tierra y se alcanza una altísima resolución.

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